miércoles, 14 de septiembre de 2011

Preparado de azafrán

Es el condimento más caro del mundo. Hacen falta medio millón de flores de azafrán para recolectar un kilo de estas hebras maravillosas y es preciso hacerlo a mano. Yo misma lo he recogido y es un trabajo delicado y lento, con una compensación muy escasita. Después hay que tostar las hebras y dejarlas de ese color rojo brillante que conocemos. Aquí hablo por supuesto del azafrán auténtico, de los pistilos de la flor. Los colorantes alimentarios son otro capítulo que no tienen nada que ver y que no nos dan nada de ese sabor indescriptible. No sé si es amargo o dulce o salado... el azafrán sabe a azafrán. Lo introdujeron los árabes en la península y en el norte de África saben perfectamente cómo sacarle el máximo provecho. La receta (por llamarlo así) que os dejo aquí es una forma de extraer todo su sabor, todo su color y todo su aroma. A mí me encanta hacerlo, porque es casi alquimia. Un poco de magia en la cocina.


Necesitas
Una cucharadita de hebras de azafrán
250 ml de agua caliente


Preparación
En una sartén caliente, se ponen las hebras de azafrán y se remueve con una cuchara de madera hasta que se tueste ligeramente, pero sin que se queme. Que no se ponga marrón.


En un almirez, se vierten las hebras y se reducen a polvo. Se añade al agua caliente y ya está listo el preparado de azafrán que tiene este precioso color. 
En un bote en la nevera nos aguantará entre dos o tres semanas y podremos utilizarlo, por ejemplo para un arroz o para hacer estas albóndigas de pescado. La receta la he sacado de un libro maravilloso que se llama "Un viaje gastronómico por el norte de África". Lo podéis encontrar en Intermón Oxfam y lo firma Mourad Mazouz.