Entran por el ojo casi mejor que por la boca y están tirados, porque, básicamente, ya está todo hecho. Además, se puede aprovechar la técnica para hacerlos dulces, neutros o salados. Yo os dejo la receta de los de chocolate y luego, pues inventad, investigad y manchaos las manos, que eso es lo más divertido de la cocina.
A ver, sólo hace falta:
Hojaldre (os recomiendo uno que sea redondo, como el de La Cocinera)
Chocolate negro
Un huevo
Azúcar
Preparación
Precalentad el horno a 200 grados (o la temperatura que os indique el fabricante del hojaldre). Extended la masa, aplanadla un poco con un rodillo o una botella limpia y cortadla en triangulitos o triangulones, dependiendo de cómo de grande queráis los croissants. Es decir, tenéis que dividir la masa con un cuchillo con la misma forma que los radios de una bicicleta. Lo mejor es partirlo por la mitad, luego en cuartos y luego los cuartos, se pueden dividir en dos o en tres. Como en la foto de abajo.
Ahora colocáis el chocolate en la parte más ancha de vuestro triángulo. Podéis poner una onza entera o dos si el triángulo es grande. Si no lo es, tenéis que picarlo un poco primero. Es el momento de enrollar, empezando por la parte más ancha hacia la más estrecha.
Por si no os queda claro, os dejo un enlace a un video de youtube: enrollar los croissants. Eso sí, tened en cuenta, que están haciendo los dulces con la masa de verdad, y no con este apaño que os dejo aquí. Además, no son rellenos, por ejemplo, yo os aconsejaría que no hicierías el corte en la parte superior, pero a vuestro gusto.
Y ahora sólo tenéis que poner una hoja de papel de horno en una bandeja de horno (normalmente viene papel con el hojaldre, lo podéis aprovechar). Espolvoread azúcar en el papel si queréis que se os queden con la parte de abajo caramelizada. Colocáis los croissants dejando un espacio entre ellos porque van a subir y no queremos que se peguen. Batid el huevo con el azúcar y pintad los croissants con un pincel de silicona si tenéis y, si no, con las manitas. Poned al horno hasta que estén dorados, no tardarán mucho.
Mientras se hacen, rallad chocolate y conservadlo en el frigorífico. Una vez que salgan, cuando todavía estén calientes, espolvoread las virutas de chocolate sobre los croissants, esperad a que se enfríen para quitarlos de la bandeja y a disfrutar.
Otras consideraciones: con un hojaldre de la cocinera os van a salir doce croissants pequeños y ocho medianos. También podéis hacer seis grandes. Todo este proceso que os he descrito aquí arriba dura unos treinta minutos, con el tiempo de horneado incluido.
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