A mí me fascinan estos pastelitos. A mí que no soy muy dulcera y siempre los había conocido por caracolas danesas.... Encontré una receta por ahí, soy incapaz de recordar dónde, y aunque se los comieron rápidamente, a mí me resultaban más pan que bollo, así que este sábado de resfriado y frío, me he puesto manos a la obra de nuevo. ¡Y qué obra! Es laarrgooo y cansado, pero vale muuuuuchooooo la pena.... Ahora mismo podría fumarse un cartón de ducados en mi casa y seguiría oliendo estupendamente y de sabor ya ni os cuento. Esto de terminar de comer y zamparse un bollito de estos recién hecho.....mmmmm. La masa, como la primera no me hizo mucha gracia, la he cambiado siguiendo esta receta de Mikel Iturriaga, de su antiguo blog "Ondakin". Él
-que es un profesional- dice que se "pega bastante". Yo, que no lo soy, os digo que la masa "se pega consuscastastoas" y no sé si hay otra manera de solucionarlo que ir añadiendo harina, que es lo único que a mí se me ocurrió antes de que la masa me terminara de devorar empezando por los deditos.... Para ser justo, avisa de que fácil, lo que se dice fácil, la receta no es. De lo que no advierte es de que salen bollitos para un bautizo, pero bueno, eso no creo que le moleste a nadie ;-D. Ahora sí, si tenéis un horno chiquitín como el mío, que sepáis que vais a pasaros la mañana horneando pastelitos de nueve en nueve. También me ha sucedido que necesité dejar levar la masa más tiempo del que él indica, pero lo cierto es que mi casa es bastante fría, que igual ha tenido algo que ver. Bueno, pues esa es la receta de la masa. Os la repito aquí:
Hace falta:
600 gramos de harina
50 gramos de levadura fresca (eso son dos paquetitos de los de Mercadona)
Medio litro de leche entera
200 gramos de azúcar
250 gramos de mantequilla (yo necesité un poco más)
200 gramos de azúcar
1 huevo batido para pintar
1 cucharada de azúcar glas
Preparación
Este es el jarrito tamizador |
Se derriten 175 gramos de mantequilla, a fuego bajo, se les añade la leche y se retira del fuego. Con un poco de leche mezclada con mantequilla se disuelve la levadura en un bol (la levadura desmenuzada) y cuando esté bien disuelta se añade toda la leche. Después se agrega el azúcar y los 600 gramos de harina. Yo la he añadido poco a poco, ayudándome de este jarrito que te sirve para tamizarla. Una vez bien mezclado todo, se deja reposar bien tapado hasta que la masa doble su tamaño. Yo he necesitado más de la hora que dice Mikel, lo he dejado horita y media. También se derrite, aparte, el resto de la mantequilla para untar la masa después. Calentarla y ya, no la dejéis hirviendo u os pasará como a mí, que en vez de mantequillla obtenéis lo que está a punto de ser un bonito preparado de ghi.
Ahora viene lo complicado: sobre una superficie enharinada, se amasa durante unos minutos. Se pega, repito, consuscastastoas y al final, he necesitado añadir más harina. No me he atrevido mucho para que no se me endureciera en exceso la masa, pero algo le he tenido que echar. Y ahora, de nuevo sobre una superficie enharinada (también ponedle harina al rodillo, que el mío es de silicona y aún así se PEGABA) coged un pedazo de la masa y dejadla finita con el rodillo. Ponedle mantequilla derretida por toda la superficie, ayudándoos de un pincel. La receta de Mikel la he seguido hasta aquí (claro, le he metido variaciones, sino hubiera colgado el enlace y punto). Para hacer los bollitos de distintos sabores he usado:
1.Azúcar y canela
2.Sólo azúcar
3.Ralladuras de chocolate
4.Pasas empapadas con ron
5.Un resto de mermelada de arándanos (de Ikea, para que sea un poco más sueco todo). Además, me he acordado de esta otra receta de Jamie Oliver de bollitos suecos. Él no usaba mermelada de arándanos, sino arándanos tal cual y decía que el resultado parecía un poco un accidente de coche, pero que mejoraría... Me ha hecho mucha gracia porque sí, si se te desmonta un rollito es un poco desagradable la pinta, pero al horno se arregla todo.
6.Mermelada de zanahoria.
Mermelada de zanahoria sobre la masa |
Es la primera vez que me sucede que unas verduras me hablen, pero hoy me ha pasado. Estaba haciendo un cocido a la vez que los bollitos y me habían sobrado dos zanahorias. Las he mirado, me han mirado.... y me han dicho que querían ser mermelada.... Y yo, que soy muy complaciente, las he pesado, las he rallado y las he puesto al fuego con su peso en azúcar, la ralladura de una naranja, su zumo, un chorrito de agua y muy, muy despacito..... las he dejado hasta que se ha espesado todo y lo he podido pasar por la minipimer.
Bien... habíamos dejado la masa extendida y finita, untada de mantequilla derretida. Ahora (como veréis mis cambios tampoco han sido para romperse la cabeza, la verdad), a cada pedacito de masa que extendía, le añadía un sabor (de uno en uno, ¡no todo mezclado!. Las ralladuras de chocolate, el azúcar y la canela, la mermelada.....) Y empezamos a enrollar, de poquito en poquito. Cada doblez de la masa, la que va a aparecer con harina, también se unta con mantequilla derretida. Esto ¿por qué lo he hecho? Porque creo que el objetivo de la mantequilla aquí es el mismo que en el hojaldre. Separar las hojas de masa que vamos haciendo para que no se peguen durante la cocción y que las separen con el calor creando ese efecto de "milhoja".
No se aprecia la diferencia de color, pero el de la derecha es de zanahoria y el de la izquierda de mermelada de arándanos |
Una vez que tengamos nuestro rollito hecho, lo cortamos en pedacitos de unos 2-3 dedos (mis dedos son pequeños y finitos) y lo volvemos a dejar reposar durante una media hora (de nuevo, yo he necesitado más tiempo para que volviera a levar).
Lo colocamos en una bandeja de horno y los ponemos en el horno precalentado a 225 grados. Yo lo he tenido que bajar hasta los 200 porque se me quemaban los pasteles. Dependiendo del tamaño (mi rulo no era perfecto) unos tardarán más o menos, lo mejor es que coloquéis en la misma hornada los de tamaño similar. Para que se os doren, se pintan con un poco de huevo batido con el azúcar glas. En 15 minutos, tendréis una bandeja hecha.
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