Lo que hace falta (casi todo lo tienes en casa, seguro)
180 gramos de chocolate (de chocolate negro al ser posible)
250 gramos de harina
100 gramos de mantequilla (en pomada, esto es muy importante)
200 gramos de azúcar
1 huevo
1 cucharada de esencia de vainilla
1 chorrito de amareto (ya te digo, lo que tengas)
1 cucharada de levadura
Y cómo se hace:
Lo primero, blanquear el azúcar. Esto es, montarla con la mantequilla en pomada (blanda pero no líquida) con ayuda de unas varillas. Añadimos el huevo y seguimos batiendo. Luego seguimos con la harina y la levadura. Llegará un punto que las varillas no nos sirvan y tengamos que tirar de lengua (espátula) o las mismas manitas. Por último, añadimos la vainilla y el amaretto. Ésa es la masa de las galletas. Ahora, decidir qué le añadimos. Puede ser nada o en este caso, chocolate picadito... También nueces, almendras, pasas... o ir mezclando, divertíos.
Con la masa ya lista, hacemos bolitas del tamaño de una albóndiga y las aplastamos. Se colocan sobre la bandeja de horno (papel sulfurizado o e plata untado de mantequilla nos ahorra trabajo a la hora de limpiar. Se hornean en el horno previamente precalentado, a 180 grados. El tiempo estándar son 15 minutos, lo mejor, esperar a que estén doradas.
Os recomiendo además que las dejéis bien separadas porque se van a hinchar (llevan levadura) y así evitaremos que se peguen unas a otras. Que, como veréis por la forma cuadrada, es justo, justo, lo que me sucedió a mí.
Otras consideraciones:
Es fácil, es barato y está bueno. Además, es de esas cosas con las que se puede entretener a los niños.
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