lunes, 6 de septiembre de 2010

Lo que yo te diga

Copio descaradamente el título de un programa de la Ser y, de camino, por lo visto, el de un compañero periodista de Sevilla. De ahí el subtítulo de -isa en la dirección. Y digo copio y no homenajeo ni plagio porque lo que yo te diga no me gusta para un blog o un programa que hable de cine. Lo que yo te diga será el nombre de mi bar cuando definitivamente le dé una patada a esto del periodismo -o el periodismo me deje tiempo para compaginarlo con un bar- o hundan definitivamente a radio televisión española. Me temo que al final no pasará ninguna de las dos primeras cosas (pero no descarto la tercera) y me jubilaré como lo que soy, una plumilla -todavía ilusionada ante cada nuevo reto- o como lo que seré: una plumilla cínica, escéptica, caótica e histérica. He visto suficientes esdrújulos de este tipo como para hacerme ilusiones. 


Pero a lo que iba. 
Lo que yo te diga me parece un gran nombre, pero para un bar. En su sentido gramaticalmente literal, no para pedir confianza, para subrayar un cotilleo, sino para demostrar autoridad. Yo cocino y esto es lo que hay; o como dice el refranero, siempre tan sabio, si te gusta lo comes y si no, lo dejas. Y punto. Vamos, que esto ya existe, se llama menú del día, pero a mí me gusta el puntillo déspota de la expresión. Una vuelta de tuerca al maltrato al cliente. Las operadoras telefónicas practican este sadismo con asiduidad, como marca de la casa, y les va bastante bien. Hoy me apetece cocinar esto y esto es lo que hay de comer. A lo mejor son tres postres. Ahhhhh, se siente..... Vente cenado de casa. He pensado incluso hacerle a mi bar un perfil en facebook para mantener al personal informado, tampoco soy movistar, coño. No es cuestión de putear por putear. Y como de momento lo de montar un bar lo veo complicadillo y mi propuesta de programa radiofónico de cocina no ha tenido mucho éxito, me abro una sucursal del primer blog y dedico este exclusivamente a la comida. Y voy a comenzar con un clasicazo, la tortilla de patatas. Sí, no es original y sí, me repito. Pero ah... lo que yo te diga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario